El estudio controló una variedad de factores de riesgo cardiometabólicos y diabetes que podrían afectar la salud cardiovascular, como antecedentes de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, diabetes y presión arterial alta.
Su análisis reveló que del 28.5 por ciento que perdió peso, el 10.8 por ciento informó haber perdido la mayor parte de su estado cardiometabólico general anteriormente y el 14.3 por ciento informó tener enfermedad cardiometabólica leve a moderada, el tipo más común de enfermedad endocrinológica que involucra el metabolismo hormonal, metabólico y del sistema nervioso.
Casi el uno por ciento también abandonó el estudio debido a la pérdida de peso o a la adaptación de las personas, en comparación con el 2.3 por ciento que reportó tener pacientes con horarios regulares de cena, y el 3.2 por ciento cuya dieta se basó en edulcorantes de baja intensidad.
“Recomendamos encarecidamente que los investigadores y médicos que trabajan con individuos sanos, de acuerdo con las pautas actuales, incorporen estos importantes tipos de factores de riesgo cardiometabólicos en los esfuerzos para promover la salud cardiometabólica durante la transición a la vida adulta”, escriben los investigadores.